Las labores de aseo de la llave del lavado, son importantes para que funcione correctamente. Hay que procurar que este aseada en su exterior, por razones decorativas y de buena apariencia. Aunque lo más importante es que no se generen percances externos que afecten el transito del agua a través del sistema. Así que te señalamos algunas recomendaciones para la higiene interna y externa de la llave, partiendo de que es una actividad sencilla.
Higiene externa
Como primer paso, se debe examinar el tipo de material con el que se construyo la llave del lavado, porque el aseo dependerá de este factor. Es recomendable utilizar compuestos no corrosivos o quemantes como detergentes de pH neutro.
A veces, esto no es suficiente y es necesario acudir a otro tipo de compuestos; como el liquido lavaplatos, que se prepara agregando dos cucharadas en 1/2 litro de agua y luego se aplica sobre el lavadero con una almohadilla, esponjilla o trozo de tela. Esta actividad debe realizarse por el lado liso del implemento para no rayar la llave del lavado.
Existen áreas más complejas que otras, como el lugar donde se unen la llave y la mesa o inmobiliario donde este el lavado, allí es donde se acumula más el sucio. Al pasarle la esponjilla, no pasa nada, así que hay que emplear un cepillo dental en desuso. Se puede utilizar carbonato ácido de sodio y luego se pasa el cepillo o hasta hilo dental, para las áreas difíciles de alcanzar.
Compuestos de uso cotidiano
Además de los compuestos señalados en el apartado anterior, existen otras soluciones de uso cotidiano en el hogar. Lo más recomendado es el ácido acético. También pueden emplear bebidas gaseosas de cola o harina.
Estos artículos son empleados en el hogar, así que podemos realizar algunos ensayos a fin de establecer el que funcione mejor. Eso si, no emplees productos corrosivos, como cloro o soluciones amoniacales, para la higiene de las llaves del lavado, porque son sustancias tóxicas que generan deterioro en las llaves y lavados.
Higiene interna
Las llaves de los lavados, normalmente contienen un pequeño filtro metálico en el interior, que a veces no podemos observar por que contiene partículas de carbonato de calcio y otros compuestos como piedrecillas, que van amontonándose en el filtro y afectan la operatividad de la llave del lavado.
En este sentido, lo más recomendable es retirar el filtro e ir extrayendo los residuos acumulados con un pequeño objeto con puntilla (alfiler o aguja). Una vez que termine la operación, proceda a reinstalar el filtro y deje correr bastante agua.